viernes, 31 de mayo de 2013

El lado bueno de la crisis

Pues sí, sí que lo hay. Aunque la primera impresión sea pensar que esto es una locura, que no hay nada positivo en que seamos 6 millones de parados, que este es un país de pandereta, y, que los políticos y los corruptos siguen en la faz de la tierra como si nada, puedo afirmar que sí, sí hay un lado bueno en esta crisis.
 
Pero empecemos por el principio. A todas nos ocurre, cuando empezamos con nuestra búsqueda activa de empleo, que nos vemos encerradas entre 4 paredes, solas y con una cierta sensación de angustia y/o miedo a lo desconocido, al qué pasará, al qué encontraré ahí fuera en el mercado laboral, cuándo lo encontraré, cómo…
 
La primera reacción es ponerse a buscar empresas con la lista del Ardan (si la consigues), imprimir miles de currículos y estar todos los días en Infojobs viendo e inscribiéndose a toda cuanta oferta hay, sea de lo tuyo o no, total, no cuesta nada hacer un clic de ratón, así habrá más posibilidades de que algún día caiga algo (aunque yo creo que más bien lo que ocurre es que los seleccionadores en cuanto ven tu candidatura piensan “joer ya está otra vez esta pesada…”).
 
Y de repente llega un buen día, en el que descubres todo un mundo que estaba escondido, un mundo en el que hay personas de verdad, apoyo moral, tertulia, risas, aprendizaje, empatía, libertad, solidaridad, respeto, alegría, (podría seguir hasta el infinito)… y, en definitiva, compañer@s del camino de un pedazo de tu vida.
 
En mi caso, gran parte de esto, me lo han dado los medios sociales, los amigos y amigas virtuales. Al principio no me creía cómo podía hablar con gente que no conocía ¡y me respondían! Luego, rompiendo fronteras, empecé a hablar y a debatir con personas de otros países, profesionales de muchos y muy variados sectores y edades, que escuchaban mis palabras en un ambiente de igualdad y respeto. Pero ya fue lo más de lo más, cuando empecé a recibir felicitaciones y ánimos, públicos y a través de mensajes privados, para seguir con el blog, con el trabajo en las redes sociales, y transmitiéndome un optimismo brutal, con frases como que algún día encontraría mi recompensa y que por supuesto sería un buen trabajo.
 
Algunos de esos amigos y amigas se han desvirtualizado, y otros, simplemente se han virtualizado tras nuestra relación en persona, ya que hoy en día el contacto sigue a través de estos canales de comunicación también.
 
 En un día a día de estas características, es imposible sentirse sola, y sólo me puedo sentir como cuando crece algo tan verde en medio de tanto asfalto tan negro. ¡Gracias amig@s!
 
 
Catalina Pahino
Ingeniera Técnica Química
 
 
 
 

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