Pues bien, el caso es que no hace
mucho encontré una oferta de trabajo en la que pedían un ingeniero/a técnico
industrial con un par de años de experiencia para una empresa del sector
ambiental y alguna característica más que no recuerdo, pero lo que sí recuerdo
es que me vi identificada en aquel perfil. Me puse en contacto con una persona
de la empresa y me recomendó que no
presentara mi candidatura porque era un puesto “feo y sucio” y estaba más
bien, orientado a un perfil masculino. Lo que voy a decir ahora es muy grosero,
pero tengo que decirlo, y es que tengo bastantes más pelotas que muchos de los
ingenieros que conozco, y no precisamente físicas. ¿Cuándo nos dejarán elegir
si un puesto es sucio, feo, duro o inadecuado para una mujer?
Creemos que las cosas han avanzado
mucho en los últimos tiempos, pero nada más lejos de la realidad; hace unos
días, @ Yoriento publicaba un artículo basado en un estudio de Harvard que
demostraba la “Discriminación de género en las entrevistas de trabajo” y uno de
los factores relevantes en la elección del candidato masculino era el
componente inconsciente del seleccionador, por cuestiones de cultura, contexto
y/o la educación recibida.
Un día antes se publicaba otro
artículo en Faro de Vigo con este titular: “Aumenta la brecha salarial entrehombres y mujeres”. El estudio de UGT revelaba que aunque habían aumentado las
incorporaciones femeninas al mercado laboral, los empleos eran parciales, más precarios y con menor retribución, lo que implica menores
pensiones y prestaciones.
Pues bien, el debate está abierto,
no me creo mejor ni peor que un hombre, pero sí creo que tengo derecho a tener
las mismas oportunidades, salario y condiciones laborales que ellos, pues mi
formación, esfuerzo y dedicación SI
son los mismos.
¿Es o no un tema controvertido? Pues venga, os animo desde
ya a dejar vuestras opiniones.
Catalina Pahino
Ingeniera Técnica Química